sábado, 31 de octubre de 2009

Yo, tu, él... nosotros.

Una persona no existe más que como una interpretacion de todos los demas. Cuando uno dice algo, ¿Qué es lo que quizo decir? Los demas deciden qué es lo que habia querido decir pero lo cierto es que dijo lo que dijo. Cada uno esta creado momento a momento por la conducta de todos los demas.

De repente Yo no era yo sino todos los demás. Pero no es que Yo sólo era ellos sino que ellos eran yo. Así, Yo, junto con otros, podíamos ser cualquiera, hacer a cualquiera. Porque cualquier otro no era sólo Él sino todos nosotros.

Busqué a otros como yo, hechos por los otros que no eran como nosotros y con ellos fuimos uno. Así, nosotros, ahora Yo (entre todos) podíamos ser, o hacer, a ellos o sea a él. Pero Él se enfrento a mi, aunque Él era yo y Yo era él, a Él no le gustaba él (O sea Yo) y por un momento no me gustó Él. Hasta que me di cuenta que era Yo. Así fue que cambié. Y a mi nuevo yo, o sea, Él, le gusté, se gustó. Y Él y Yo somos uno. Pero ya no somos Yo, somos todos.

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